Los usuarios compulsivos de teléfonos celulares tendrán a disposición asientos especiales en los teatros, los llamados “tweet seats”, para no tener que separarse de sus dispositivos durante una función.
El experimento comenzó en el Guthrie Theatre de Minneapolis, en Minnesota, donde se puso en escena El servidor de dos patrones, de Carlo Goldoni: así los amantes de Twitter fueron alentados a comentar en directo el espectáculo en las redes sociales.
Para ello se dispuso una parte especial de los “balcones” del teatro, desde donde no se perturba la obra para los demás espectadores.
Sin embargo, no es la primera vez que EEUU lleva a cabo un experimento semejante: ya se probó con lugares especiales para adictos al smartphone en la Cincinnati Symphony Orhestra, en la Palm Beach Opera de Florida y en el Public Theater de Nueva York.
De este modo, todos quedan contentos: los fanáticos del iPhone, pero también todos los demás espectadores que ya no se ven molestados por timbres o conversaciones inoportunas. La tendencia se replicó en algunos teatros británicos, donde se registra una creciente tendencia de los espectadores en las salas del West End londinense a usar sus teléfonos celulares durante la función.
“No hay duda de que perturba a los demás espectadores y probablemente también a los miembros del elenco”, comentó recientemente el crítico David Lister en el Independent. “Y por supuesto -agregó-, uno espera que la gente esté demasiado ocupada siguiendo la acción como para pensar en sacar sus teléfonos celulares del bolso o el bolsillo”.
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